‘Los fenicios habitan en la llamada Gadira y navegan más allá de las Columnas de Hércules.

Encuentran en abundancia atunes asombrosos por su longitud y grosor’.

Aristóteles S. IV a.c.

Muchas de nuestras tradiciones, trabajos e incluso de cómo nos organizarnos como humanidad, vienen de muy antiguo.

La pesca del atún a través del sistema de almadrabas, forma parte del Patrimonio Histórico de Andalucía. A día de hoy, existen 4 en la provincia de Cádiz. Están situadas en los pueblos de Tarifa, Zahara de los Atunes, Barbate y Conil y dan trabajo a más de 400 personas por temporada

El origen de las almadrabas gaditanas

La almadraba es un arte de pesca que se remonta a 3.000 años de antigüedad.

Se atribuye su origen a los fenicios, grandes navegantes e impulsores del comercio en el mundo antiguo. Llegaron a la península y se asentaron fundando sus ciudades en aquellos lugares en donde era posible contar con abundancia de recursos valiosos para comerciar (metales preciosos, alimentos….)

También fueron utilizadas más tarde y con bastante éxito, por los romanos.

Testimonio importante de este éxito son las ruinas de las grandes poblaciones que se crearon en torno a la pesca del atún en todo el Mediterráneo.

La antigua factoría de Baelo Claudia (Bolonia, Tarifa) es un claro exponente del apogeo económico y del desarrollo que supusieron. Allí se elaboraba la salazón del atún y otros túnidos, así como el famoso garum. Una salsa de fuerte olor indispensable en las mesas de las familias romanas más acaudaladas.

Las ruinas de esta ciudad romana y las piscinas de su factoría son un claro símbolo de la importancia histórica de la pesca en la zona y especialmente, de la pesca del atún.

¿Y qué es una almadraba?

Las almadrabas son un entramado de redes fijas. Redes ancladas cerca de la costa que facilitan el acceso de los atunes y su imposibilidad de salir de ellas.

Enormes redes fijadas al fondo del mar del litoral que pueden estar configuradas con formas: de vista o tiro, de monte y leva y de buche) y todas ellas con una base en tierra.

Con puntos claramente visibles que sirven de marcación y señalización obligatoria, caladas a una distancia determinada de la costa.

Un laberinto en el que una vez que entras, sólo tienes una opción. Salir por donde ellos quieran.

Dibujo de almadraba de cómete el mar
Dibujo de almadraba , de ‘Cómete el mar’

Llegado el momento, éstas son izadas obligando a los atunes a agolparse en una única zona. La zona en donde se llevará a cabo la conocida ‘levantá de atunes’.

En ese punto llega su pesca masiva. Aquellos ejemplares que han quedado atrapados en su paso hacia el mediterráneo, terminarán aquí su ruta de vida.

Además podemos decir que estas estructuras apenas han cambiado a lo largo de los años. Anclas, redes, barcos de madera y hombres de mar frente a ejemplares de más de 200 kg de peso.

La pesca del atún en almadrabas, ¿una pesca sostenible?

  • En este aspecto siempre hay voces a favor y en contra. Pero la verdad es que algunas de las características de este tipo de pesca del atún, son bastante peculiares dado los tiempos que corren:
  • Es una selección natural. No se les provoca, no hay señuelos. Los que caen en las redes lo hacen por puro azar, ya que lo habitual es que la mayoría opte por alejarse más de la costa.
  • Que haya mejor o peor campaña, dependerá de corrientes, mareas, fases lunares y vientos. De salinidad, transparencia y temperatura de las aguas. Nada que ver con el uso de la tecnología.
  • Es estacional. Sólo se produce durante una determinada estación del año. Sin alterar su ciclo natural, respetando los períodos de veda y asegurando en la medida de lo posible el tamaño y completo desarrollo de los atunes capturados.
  • No es un sistema de extracción, masivo o industrializado. Como lo son los cercos y las indiscriminadas artes de arrastre.

Dónde ver la pesca del atún en Cádiz

A pesar de su peculiaridad y de formar parte de la historia de las tradiciones más ancestrales de Andalucía, para estar presente en una levantá se necesitaría de mucha fortaleza mental.

Actualmente no se explota masivamente a nivel turístico, ya que son muchas las limitaciones para asegurar en todo momento la confortabilidad y la ausencia de peligro a aquellos que quisieran asistir.

No obstante existe otra posibilidad. Otra posibilidad que al igual que la almadraba mantiene ese tinte de tradición, trabajo manual y lucha hombre-animal.

Nos referimos a la pesca del atún llevada a cabo por los pescadores tradicionales marroquíes. Éstos siguen haciéndose a la mar en pequeñas embarcaciones de madera, más parecidas a una cáscara de nuez que a un seguro medio de transporte.

Pescadores tradicionales marroquíes pescando atunes rodeados de orcas, foto de Marina Blue Avistamientos

Ellos no tienen veda. Apenas pueden pescar un atún e irse a casa. No hay espacio para más en sus escuálidas embarcaciones.

El mejor momento para verlos es cuando los atunes que han logrado desovar en el mediterráneo, vuelven al atlántico.

Cumplida su importante misión, los atunes vuelven a alimentarse siendo más fácil su pesca con sedales y anzuelos.

Todo un espectáculo verlos y más, si además aparecen las temidas orcas para hacerles la competencia. Ellas saben muy bien cuándo aprovechar su oportunidad y hacer que los demás hagan el trabajo duro…

Fue como ver en vivo un auténtico documental del National Geographic.

Las orcas merodean alrededor de las pequeñas barcas, esperando el mejor momento para robarles los atunes recién pescados’